viernes, 26 de octubre de 2012

Pastel de galletas de mamá


Recuerdo al volver del colegio de niña y llegar a casa, estar este suculento pastel sobre la mesa esperando a ser devorado por mis hermanos y por mi para merendar. Mi abuela ya lo hacía y mi madre también, ahora me tocaba a mi prepararlo. 
Es una receta muy conocida y diría que popular, ya no solo por su sencillez y sacada de apuros en algún evento, es rápido y también muy versátil, se prepara de mil formas diferentes en cada casa, se ofrece como postre acompañado de frutas y de las maneras de la que se haga, sigue siendo fácil y delicioso :)
Os dejo la receta de mi madre, que se prepara con tres ingredientes clave, galletas María, chocolate a la taza y natillas. 



* Ingredientes para 4 personas:

- 1 litro de leche
-  4 cucharadas de azúcar
- 1 sobre preparado para flan
- 2 paquetes de galletas María
- 200 gr de chocolate a la taza

Para decorar:
Opcional: virutas de chocolate, fruta, galletas troceadas, nata, un chorrito de brandy...etc

* Preparación:
Para comenzar, en medio vaso de leche fresquita echamos el sobre preparado para flan y lo mezclamos.
Se calienta un cazo con medio litro de leche, echándole dos cucharadas de azúcar. Antes de que hierva le añadimos la mezcla del flan y removemos bien hasta que espese, con cuidado de que no se nos haga grumitos ni se nos pegue.



Una vez esté espeso, ponemos otro fuego con otro cazo de medio litro de leche a calentar para preparar el chocolate a la taza. A la leche le echamos otras dos cucharadas de azúcar como se hizo anteriormente con el flan, y ates de hervir le añadimos el chocolate y lo movemos bien para evitar los grumos. Si queda un poco líquido, se le puede añadir más chocolate hasta estar al gusto. Lo ideal es que quede similar a la textura de una natilla.


Una vez estén apartados los dos cazos, preparamos nuestro molde con galletas María, las repartimos hasta que cubra la base.




A partir de ese momento, se comienzan a hacer capas de natillas y chocolate separándose por capas de galletas.




Cuantas más galletas se pongan más espeso quedará el pastel. Para que no quede ni muy seco ni tampoco muy blando, aconsejo que la capa no cubra mucho más simple hecho que el mojar las galletas.
Una vez lo finalicemos con un último brochazo de chocolate, se mete en la nevera para que se enfríe y repose.


Se sirve frío o a temperatura ambiente, tanto para cualquier evento que nos pille desprevenidos ya que es genial por su rapidez y facilidad, como servido en postre bien fresquito.

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